Lea: Hechos 20:2-12

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo que tenía que salir al día siguiente, les enseñaba, y alargó el discurso hasta la medianoche. Había muchas lámparas en el aposento alto donde se hallaban reunidos. Un joven llamado Eutico estaba sentado en la ventana, y rendido de un sueño profundo por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándolo, dijo: —No os alarméis, pues está vivo. Hechos 20:7-10

Hay varios aspectos de esta historia que son muy interesantes. Esta es la primera mención que tenemos de la reunión de los creyentes en el primer día de la semana, o sea, el domingo. Así de temprano en la era cristiana, habían cambiado del sábado para reunirse en el primer día de la semana, el día de la resurrección de nuestro Señor. Evidentemente se habían reunido para tener un servicio de comunión, y el apóstol tomó la ocasión para enseñarles con las Escrituras. En su última tarde ahí, antes de reunirse ante la mesa del Señor, se tomó el tiempo para enseñarles más de las Escrituras. Estuvo enseñando durante un tiempo considerablemente largo, prolongando su discurso hasta la medianoche.

Este siempre ha sido un pasaje alentador para cualquier pastor. Revela que hasta el apóstol Pablo tuvo a gente que se quedó dormida. Alguien ha dicho que el arte de predicar es hablar en el sueño de otras personas. Este ciertamente era el caso aquí. De todos modos, Eutico intentó no quedarse dormido, pero al final cayó rendido. Lucas, con sus ojos de doctor, no lo critica. Nos dice que en el aposento alto había muchas lámparas, y cada una, por supuesto, está quemando oxígeno. Así que, con la pérdida de oxígeno en el ambiente, y siendo una hora tardía, y quizás habiendo tenido una semana larga de trabajo, y dado el largo mensaje de Pablo, este hombre joven no pudo permanecer despierto. Estaba sentado en la ventana y quedó profundamente dormido, mientras Pablo seguía hablando; así fue que se cayó del tercer piso, y fue levantado muerto.

Algunos se preguntan si de hecho murió. Pero el tema queda zanjado por el testimonio del doctor. Es el Dr. Lucas quien dice que lo levantaron muerto. Así que, cuando Pablo, bajando y cayendo sobre él y abrazándolo, dice: “No os alarméis, pues está vivo”, no quiso decir que estaba todavía vivo. Quiso decir que su vida le fue devuelta. Por lo tanto, Pablo fue utilizado por Dios en el gran milagro de levantar a este joven de entre los muertos.

Pedro, por supuesto, estuvo involucrado en un milagro similar en el caso de Dorcas. Era todavía más notable, ya que había estado muerta durante varias horas para cuando oró por ella. Los ministerios de estos poderosos apóstoles de Dios fueron confirmados por estos milagros inusuales, incluso el de levantar a este hombre joven de entre los muertos.

Padre, al enfrentarme a la vida con sus incertidumbres, peligros y posibilidades, te pido que lo haga con un sentido de alerta hacia Ti y a mi necesidad de otros en el cuerpo de Cristo. Dame fuerzas y sorpréndeme con momentos de júbilo y alegría, que no podría haber anticipado pero que es Tu deleite darme.

Aplicación a la vida

Quizás este incidente facilite nuestra conciencia de muchos que “se han quedado dormidos” en su caminar con Cristo. ¿Estamos disponibles para ser utilizados por Él, al perseguirles Él con Su poder de resurrección por medio de nosotros?

Responder a Anónimo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.